Llevo días intentando empezar esta carta y mucho más difícil
está siendo acabarla. Es mi despedida, mi
huida… no sé cómo llamarla pero, el caso es que me voy. Me llevo conmigo
todo lo vivido contigo y todo lo feliz que he sido a tu lado estos años. Y, por
supuesto, me llevo conmigo todo lo que ha hecho que tome esta decisión, déjame
que me lo lleve, por favor.
Hace meses que no me veo reflejada en tus ojos, que no te
beso ni me besas, que no te siento y que además no huelo en ti tu pasión por
mí. Aquella pasión que me hizo enamorarme y enloquecer de ti, esa misma mirada
que me derritió por dentro cuando me pediste irnos a vivir juntos. Sin embargo,
te he esperado aquí, siempre, a que volvieras, a que fueras el mismo de antes.
A que quieras mirarme a los ojos y decirme que está pasando. Pero, no lo has
hecho. Me hubiera encantado escucharte… en serio. Estaba siempre receptiva,
quería que pudiéramos dialogar justo cuando me necesitaras. Quería conseguir
que fuéramos los mismos de antes. No ha podido ser. Y lo pienso ahora, y esta
sensación de vacío sabía que aparecería en cualquier momento.
Me había dicho a mí misma, miles de veces que estaba
preparada para esto… para que se acabara así sin más, sin que luches por lo
nuestro. Mi plan, sin duda, era otro; estar juntos toda la vida...
Nuestro final, nuestra historia ha llegado antes de lo que
había imaginado, es demasiado pronto….
Lloré muchísimo cuando nos despedimos aquella tarde, cuando
volvíamos juntos del cine. Sabía perfectamente que no volveríamos a estar
juntos, sabía que el abrazo de aquella noche era un adiós definitivo. Y aunque
no lo hubieras dicho en voz alta, lo sabía. Me hubiera encantado escuchártelo
decir aunque me doliera mucho más que ahora. Así no hubiera tenido todas las
dudas que tenía los siguientes días.
Viví embalsamada en mi dolor, sonámbula, medio dormida con
la casa cruzándome con tus fotos, con tu olor, que jamás volvería a oler.
Culpándome de algo seguramente no había hecho ¿por qué me has hecho esto?..
Les impedí a todos que me visiten, no quería o que me
compadezcan, preferí salir sola de este gran dolor que me ha producido que ya
no estés, aquí. Creo que pensaban, sin equivocarse, que no hacía otra cosa que
dormir. Creo que incluso tenía la voz ronca de tanto llorar, me molestaban y me
ardían los ojos.
¿Qué porqué lloraba, si fui yo quien decidió marcharse?....
porqué pensé que volverías a buscarme, pero te esperé y dudé las últimas
semanas que volvieras. No sé si aún te espero.
Holaaaaaaaaaaa soy tu primera seguidora y te escribo tu primer comentario, me encanto lo que lei, ya te dije que al principio de leerlo me asuste, pense que te suicidabas a dejabas a tu pareja, asi que me demuestras que trasmites muy bien los sentimientos... Precioso relato lleno de sentimiento e imaginacion mauckkkkkkkkkkkkkkkkk
ResponderEliminarjajajaj, no te preocupes sólo es la ficción. Muchas gracias por tu ayuda!!!.
Eliminar¡¡Pero que intrigante introducción!! Pero hermoso pensamiento :) Está lindo tu blog, ¡¡espero ver más!! ¡Besos!
ResponderEliminarMuchas gracias!!!!!!
Eliminarhola Dácil¡¡¡ al final lo hioiste, bieeeeen¡¡¡ ahora te queda enredar para mejorarlo y ponerle los gadchets para que mole más. Tu texto muy bonito, ya hablamos sobre él. Un beso.
ResponderEliminarNo tengo ni idea todavia lo de los gadchets, muchas gracias!!!.
EliminarHola Dácil!! Bueno aqui me tienes tambien de seguidora, el relato muy emotivo, a seguir así. Un besico!! elisa
ResponderEliminarGracias Elisa!!!!!
EliminarMe he quedado con ganas de más ... Aqui otra seguidora ...
ResponderEliminarGracias Naty!!!!.
EliminarHola, ya te sigo.;)) me encanta...;))
ResponderEliminarGracias!!!!.
EliminarPor aquí estamos para seguirte. Muy buena introducción.
ResponderEliminarUn abrazo
Me encanta que te haya gustado. Muchas muchas gracias!!!.
Eliminary siendo tan bello escrito, por que no encuentro mas?
ResponderEliminarCONTINUA, por favor
Llegará, muchas gracias por el comentario
Eliminar